Ir al contenido principal

Luna de copal

Luna en creciente, estamos a tres noches de cuarto creciente. Por razones que no vienen al caso, no había podido prender copal desde hace varias semanas y, honestamente, necesitaba que su humareda ensortijada entrara por mi nariz y penetrara en mis pulmones, bronquios, bronquiolos para desactivar casi de manera automática mi sistema nervioso.

Frente a mí los gatos, siempre espectantes, siguiendo con sigilo cada uno de mis pasos. 

El encendedor en la mesita, el incienso que sale del envoltorio halado por mi mano, los gatos siguiéndome con la mirada, la luz cálida del foco del comedor a media distancia, el fuego naciente desde mi mano izquierda, la vara de copal en mi derecha, aproximándose hacia su encuentro, que a su vez hacía de centro del triángulo que formamos gata, gato y humana en hipnosis con los espirales, con el fuego, con el humo revitalizador y también con el hecho de que la luna está en creciente, casi en cuarto creciente. Noche coincidente a los días de gozosa -y dolorosa-, visita de nuestras y nuestros amados que rebasaron la vida y están allá, del desconocido lugar desde donde también vienen a recordarnos, al igual que nosotras hacemos con ellas y ellos.

La memoria acompaña nuestra vida, y trae cada año a quienes existencia honra.

Días de muertos 2022.


Comentarios

Entradas populares de este blog

¡Copoazú a la vista!

 Mientras surfeaba el soleado cielo brasileiro junto a las aventureras del aire que logré contactar por Zuru, la red social más popular de Sudamérica, tuvimos una gran vista del suelaje, donde de a pronto era posible anotar adivinos animales que parecían saludarnos desde la copa de los árboles.  Itahuba, caricari, tajibos y mandrilo fueron algunos de los árboles de maderas preciosas que me ayudaron a avistar desde las alturas. Sin lugar a dudas observar el suelaje selvático es una experiencia muy placentera y que definitivamente quiero volver a vivir.  Imagina la aventura de observar desde arriba los grandes árboles y las zonas arqueológicas que parecen perdidas en la historia, difíciles de encontrar, y que quizás preferirían seguir bajo los cerros de tierra que las sepultó durante siglos.  El tiempo vuela cuando surfeas cumulonimbus, las altas, regordetas y enormes nubes que traen una abundante lluvia, aunque también debo decir que encontramos un montón de  cu...

Burocracia subsuelar

Antes de estar lista para comenzar la misión con mis botas, frascos y mochila, debí haber investigado cuáles eran los trámites que debía gestionar para poder entrar al subsuelo  brasileño ¡Muchos documentos que no sabía que podían gestionarse! Mientras pasan los días para que me entreguen todos los permisos,  iré acercándome al equipo que me consideró para esta misión... y claro,  aprovecharé las oportunidades posibles para surfear las nubes de la Amazonia.  Se dice que es uno de los espacios que más se disfrutan por el territorio que se observa desde el cielo* *¿Cómo debería llamarlo desde esta perspectiva: paisaje o suelaje?

La señora de la casa

  Me gusta mi rincón. Me acomodé un espacio en la habitación y cuando nadie más está en ella, disfruto acomodarme y quedarme dormida, dicen que son cosas de la edad. Cuando me hablan para comer, me desamodorro y como lo que me preparan, que generalmente es lo mismo porque muchas comidas me cae mal y me enfermo del estómago ¡y luego para qué te cuento! me acaban mandando medicamentos y no me gusta tomármelos, ni aunque me traten de obligar diciéndome "es por tu bien". Guácala.   Hace un tiempo los muchachos trajeron a un bebé enfermo, y me he dado a la tarea de cuidarlo a ratos cada vez más grandes. Es un buen crío, así que no era difícil de cuidar... hasta hace unos meses. Ya no está enfermo, pero tiene mucha energía, y a mi edad y con mi temperamento no es tan fácil aceptar jugar todo el tiempo ¡es muy cansado!   Mi muchachita me consiente mucho: me abraza y me llena de besos. Me ha contado que le da tristeza no saber nada de mi pasado, pero está formado de cosas que no ...