Mientras surfeaba el soleado cielo brasileiro junto a las aventureras del aire que logré contactar por Zuru, la red social más popular de Sudamérica, tuvimos una gran vista del suelaje, donde de a pronto era posible anotar adivinos animales que parecían saludarnos desde la copa de los árboles.
Itahuba, caricari, tajibos y mandrilo fueron algunos de los árboles de maderas preciosas que me ayudaron a avistar desde las alturas. Sin lugar a dudas observar el suelaje selvático es una experiencia muy placentera y que definitivamente quiero volver a vivir.
Imagina la aventura de observar desde arriba los grandes árboles y las zonas arqueológicas que parecen perdidas en la historia, difíciles de encontrar, y que quizás preferirían seguir bajo los cerros de tierra que las sepultó durante siglos.
El tiempo vuela cuando surfeas cumulonimbus, las altas, regordetas y enormes nubes que traen una abundante lluvia, aunque también debo decir que encontramos un montón de cumulus, nubes que parecen lomos de borreguitos en los que puedes saltar de una a otra creando numerosas piruetas en el aire.
Después de unas cuantas horas de diversión nubar, decidimos emprender el camino de regreso, deslizando suavemente por las corrientes de aire. Este era nuestro sino cuando divisé en el suelaje un tipo de árbol que parecía aguacate por sus enormes hojas. Luciana me indicó que ese es un árbol llamado copoaçu, o para fines prácticos, copoazú, que da un carnoso fruto del que se obtiene una deliciosa pulpa para elaborar conservas, licores, dulces e incluso chocolate blanco.
Durante la explicación me sentí como una auténtica ignorante por no conocer más de ese árbol, pero me perdoné cuando recordé que mi área de especialización fue en chocolate oscuro y piezas excéntricas, no en el área de producción o de investigación de especies arbóreas. Les pedí que bajáramos para poder probar ese intrigante fruto, y accedieron.
¡Yo también quiero probar el copoazú!
ResponderEliminarQue magnifico saber de árboles, me encanta la sabiduría detrás de ....quierooo probar!!!
ResponderEliminarsigo pensando que tu ocuapción de degustadora es magnifico
ResponderEliminarQué ganas de surfear cumulonimbus!!!!! Me imagino la sensación del viento, casi que hasta el olor me puedo imaginar
ResponderEliminarGran viaje entre nubes y arboles altos, me quedo intrigada con el chocolate blanco
ResponderEliminar