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Angustia nocturna

 Estoy sentada frente a la página en blanco. Puse mi canción favorita en inglés para abstraerme. No logro recordar la idea que desde anoche me tenía con la mente en venir a escribirla, a desarrollarla. No la recuerdo.

Afuera de mis audífonos S.G. se queja... casi como siempre está hablando de su trabajo, de la violencia hacia los niños, y yo sólo noto cómo se siente rebasada ante ese fragmento del mundo, del globo que no podemos controlar. Yo también, prima, yo también me siento rebasada muchas veces frente a todo lo que pasa en derredor y que claramente no puedo controlar. Ni tú ni yo ni la señora que vende tamales en la esquina por las mañanas, y al parecer casi tenemos el mismo campo de acción que el senador concentrado en beneficiar sus negocios y no en la gobernabilidad. En fin, prefiero aturdir a mi psicóloga con esos calambres mentales que a mi familia.

¿También tú has sentido rebasada(o)? Probablemente también te preguntas cómo es que todos los días hacemos frente a la agobiante cotidianeidad mundial: guerras, hambrunas, feminicidios, violencia intrafamiliar,  y buscas videos de conejos felices en internet, música LoFi y algunos otros recursos para no escuchar tu revolución mental, para enfocarte en el trabajo de escritorio que la vida laboral pone frente a nosotras(os) en lugar del senti-pensar asociado a las y los seres humanos.

La canción ahora está acompañándome en loop, S.G. no deja de quejarse. No la culpo, es su día a día, solamente... solamente no sé cómo decirle: 

"Disculpa que siempre evite escucharte, pero me apesadumbra mucho la realidad que ya conozco y que día a día se expande, como para ser tu basurero mental, como para que quizás después solamente me digas -como otras tantas amistades-: necesitaba desahogarme". 

Ojalá tuviéramos el tacto y la consideración para preguntarle a las personas si tienen un espacio en su mente para recibir nuestras angustias, nuestros corajes y nuestros ahogos.

Más empatía, eso a veces se pide. El lograr tenerla a nivel general quizás -y sólo quizás-, haría de este mundo un lugar más amable para todas las entidades que lo habitamos... ¿Pido imposibles? Es posible, pero al menos es el cierre de esta noche, la resignación nocturna antes de regresar al espacio de los sueños.

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