Me gusta mi rincón. Me acomodé un espacio en la habitación y cuando nadie más está en ella, disfruto acomodarme y quedarme dormida, dicen que son cosas de la edad. Cuando me hablan para comer, me desamodorro y como lo que me preparan, que generalmente es lo mismo porque muchas comidas me cae mal y me enfermo del estómago ¡y luego para qué te cuento! me acaban mandando medicamentos y no me gusta tomármelos, ni aunque me traten de obligar diciéndome "es por tu bien". Guácala. Hace un tiempo los muchachos trajeron a un bebé enfermo, y me he dado a la tarea de cuidarlo a ratos cada vez más grandes. Es un buen crío, así que no era difícil de cuidar... hasta hace unos meses. Ya no está enfermo, pero tiene mucha energía, y a mi edad y con mi temperamento no es tan fácil aceptar jugar todo el tiempo ¡es muy cansado! Mi muchachita me consiente mucho: me abraza y me llena de besos. Me ha contado que le da tristeza no saber nada de mi pasado, pero está formado de cosas que no ...