Abro el blog. La pantalla inicial me permite recordar que tengo cuando menos dos entradas como "borradores" pero ¿cuándo vuelvo a ellos? ¿cuándo vuelvo a los párrafos escritos en medio de la necesidad de expresar ideas que me aquejan o me ponen reflexiva? la respuesta ni me enorgullece ni me da felicidad: no vuelvo, la vista a mis palabras e ideas previas. Las páginas escritas ven la sombra al cerrarse el cuaderno, al apagar la computadora, en los borradores de los bloc de notas virtuales. ¿Soy la única? No creo Es muy fácil encontrar a la persona que ya no eres al revisar el/ los diarios que escondías de tus hermanos, para evitar ser expuesta y -aún- más vulnerable. Creo que es más fácil aún pensar en el temor de ver nuestras versiones anteriores, diferentes, perfectibles y muchas veces con ideas que los años van perfilando, van puliendo hasta en detalles inesperados o poco notorios pero esenciales. El trabajo de amor propio y de aceptación puede ser un deporte de aventura,...